Si alguna vez le extrajeron sangre o entregó una muestra de orina en un frasco, significa que le hicieron un análisis de laboratorio. Los análisis de laboratorio examinan una muestra de sangre, de orina o tejidos corporales. Un técnico o el médico analizan las muestras para determinar si los resultados están dentro de los límites normales. Los análisis usan un límite de valores porque lo que se considera normal varía de una persona a otra. Existen muchos factores que afectan los resultados de los análisis. Entre ellos:

  • Sexo, edad y raza
  • Lo que come y lo que bebe
  • Las medicinas que toma
  • El seguimiento de las instrucciones antes del análisis

El médico también puede comparar los resultados con los resultados de los análisis anteriores. Los análisis de laboratorio suelen ser parte de un examen de rutina para detectar cambios en su salud. También ayudan a los médicos a diagnosticar cuadros clínicos, planificar o evaluar tratamientos y controlar enfermedades.

 

Tipos de pruebas

Existen distintos tipos de pruebas clínicas, pero los criterios que distinguen a unas de otras no siempre son claros. Por ejemplo, la endoscopia estomacal permite al médico observar el interior del estómago y al mismo tiempo obtener muestras de tejido para examinarlo en el laboratorio. Las pruebas suelen clasificarse en los seis tipos siguientes.

Análisis de fluidos corporales

Los fluidos analizados con más frecuencia son:

  • Sangre

  • Orina

  • El líquido que envuelve la médula espinal y el encéfalo (líquido cefalorraquídeo)

  • El líquido de las articulaciones (líquido sinovial)

Con menor frecuencia, se analizan el sudor, la saliva y el fluido del conducto digestivo (como los jugos gástricos). En algunas ocasiones los fluidos analizados solo están presentes en coincidencia con un trastorno determinado, como, por ejemplo, cuando se acumula líquido en el abdomen, en los casos de ascitis, o en los espacios entre las dos capas membranosas que recubren las paredes pulmonares (pleura), en los casos de derrame pleural.

Pruebas de diagnóstico por la imagen

Este tipo de pruebas proporciona una imagen del interior de todo el organismo o solo de determinadas partes . Por lo general, la radiografía es la prueba de diagnóstico por la imagen más frecuente. Otras son la ecografía, la gammagrafía (nuclear), la tomografía computarizada (TC), la resonancia magnética nuclear (RMN), la tomografía por emisión de positrones (PET) y la angiografía.

Endoscopia

Para observar directamente el interior de los órganos o las cavidades del cuerpo humano se utiliza una sonda de visión (endoscopio). Lo más frecuente es utilizar un endoscopio flexible, pero en algunos casos resulta más útil el uso de un endoscopio rígido. El extremo del endoscopio suele estar provisto de una luz y una cámara, para que el médico vea las imágenes proyectadas en un monitor de televisión, lo cual es mejor que observar directamente a través del endoscopio. El endoscopio dispone de un canal de paso a través del cual se introducen las herramientas. Uno de los tipos de herramientas de uso más frecuente sirve para cortar o extirpar muestras de tejido.

La endoscopia suele consistir en pasar una sonda de visión a través de una abertura natural en el organismo, como las siguientes:

  • Nariz: para examinar la laringe (laringoscopia) o los pulmones (broncoscopia)

  • Boca: para examinar el esófago (esofagoscopia), el estómago (gastroscopia) y el intestino delgado (endoscopia gastrointestinal alta).

  • Ano: Para examinar el colon o intestino grueso, el recto y el ano (colonoscopia)

  • Uretra: Para examinar la vejiga (cistoscopia)

  • Vagina: Para examinar el útero (histeroscopia)

Sin embargo, a veces es necesario practicar una abertura de paso en el organismo. Se hace un corte (incisión) pequeño a través de la piel y las capas de tejido subcutáneas, de modo que pueda introducirse el endoscopio en el interior de la cavidad orgánica. Estas incisiones se utilizan para observar los siguientes órganos internos:

  • Las articulaciones (artroscopia)

  • La cavidad abdominal (laparoscopia)

  • El espacio torácico entre los pulmones (mediastinoscopia)

  • Los pulmones y la pleura (toracoscopia)

Medición de las funciones corporales

A menudo, las funciones corporales se miden mediante el registro y el análisis de la actividad de varios órganos. Por ejemplo, la actividad eléctrica cardíaca se mide con una electrocardiografía (ECG) y la actividad encefálica mediante una electroencefalografía (EEG). La capacidad de los pulmones para retener el aire, para inspirar y espirar, y el intercambio de oxígeno y anhídrido carbónico (dióxido de carbono) se mide mediante pruebas de función pulmonar.

Biopsia

Se obtienen muestras de tejido para examinarlas, generalmente, al microscopio. La prueba suele centrarse en encontrar células anómalas que pueden proporcionar datos que indiquen que existe una inflamación o un trastorno, como el cáncer. Los tejidos que suelen examinarse son muestras de piel, mama, pulmón, hígado, riñón y hueso.

Análisis de material genético (pruebas genéticas)

Por lo general, se analizan las células de la piel, de la sangre o la médula ósea, para detectar anomalías en los cromosomas, los genes (incluido el ADN) o ambos. Las pruebas genéticas pueden utilizarse en los casos siguientes:

  • En fetos: para determinar si tienen algún trastorno genético

  • En niños y jóvenes: para determinar si tienen algún trastorno o están en riesgo de desarrollarlo

  • Adultos: a veces, para ayudar a determinar la probabilidad de que sus familiares, como, por ejemplo, hijos o nietos, puedan desarrollar ciertos trastornos

 

Riesgos y resultados

Cada prueba tiene algún riesgo. El riesgo puede ser la posibilidad de que se produzca una lesión durante la realización de la prueba, o tener que someterse a nuevas pruebas en caso de que el resultado obtenido no sea normal. Las pruebas adicionales suelen ser más caras, más peligrosas o ambas cosas a la vez. Los médicos valoran el riesgo de una prueba en relación con la utilidad de la información que puede aportar.

Los valores normales de una prueba se expresan en una escala basada en los valores promedio de la población sana. Es decir, los valores del 95% de las personas sanas se encuentran en dicha escala. Sin embargo, los valores promedio son ligeramente distintos para mujeres y hombres y pueden variar con la edad. En algunas pruebas, los valores obtenidos también varían entre laboratorios. Por lo tanto, cuando se obtienen los resultados de una prueba de laboratorio, también se entregan sus valores de referencia para ese tipo de prueba. La tabla siguiente presenta algunos valores característicos. Sin embargo, dado que estos valores cambian de un laboratorio a otro, es necesario consultar con el médico el significado de los resultados analíticos concretos, y no limitarse a contrastarlos con los valores de referencia en esta tabla.